2012-05-15 - Camino de Santiago Madrid 04
Manzanares el Real - Cercedilla
No me gusta que pase mucho tiempo desde que hago una ruta hasta que escribo algo sobre ella. Poco a poco va desapareciendo la sensación que te queda justo después de hacerla. El recuerdo por supuesto que se queda en la memoria, pero sin ninguna duda ese gustillo se esfuma dando paso paulatinamente al mono por volver a salir.
Para llegar hasta Manzanares el Real en transporte público desde Leganés hay que dedicarle un buen rato y preparar el bolsillo, lo bueno es que cuando se madruga un día festivo puedes elegir asiento. Una vez apeados del autobús nos dirigimos hacia el Castillo Viejo para localizar la primera flecha amarilla que conduce hasta Santiago.
El camino transcurre por la faldas de la Sierra pasando muy cerca de lugares emblemáticos de Guadarrama como pueden ser La Pedriza, la cuerda de Los Porrones o La Maliciosa. También se atraviesan algunas poblaciones pequeñas como mataelpino, se pasa cerca de El Boalo y se debe parar a tomar un refrigerio en Navacerrada.
La peor subida de esta etapa la encontraremos precisamente a la salida de Navacerrada hasta superar la cuerda de Las Cabrillas, pero lo bueno es que una vez superada nos encontraremos de frente los valles de Los Siete Picos y de La Fuenfría, este último se debe recorrer en la próxima etapa para llegar hasta el puerto homónimo y ahí atravesar la Sierra de Guadarrama. Al fondo de la imagen a la izquierda de la foto se puede ver el "Montón de Trigo" -pasaremos muy cerca en la próxima etapa- y a la derecha el Pico de Majalasna.
Desde que superamos Las Cabrillas hasta Cercedilla es un verdadero paseo cuesta abajo, un tramo por carretera poco transitada y el resto, hasta el pueblo, por camino. En la foto una imagen de los Siete Picos, con los siete encuadrados. Digo esto ya que mucha gente desconoce que el séptimo pico es el de Majalasna, un tanto escorado hacia el oeste (izquierda de la foto).
Una ruta bonita y agradable, un poco más montañera ya que las cuestas se empiezan a notar, pero a las cabras nos gusta precisamente eso. La pena los cachitos de carretera que se tienen que pisar, por lo demás muy interesante y mejor con buena compañía.
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